“La familia primero” es un código más mafioso que genético. La familia primero, y no denunciamos a tu tío el pederasta por el qué dirán. La familia primero,  y ese abuelito inofensivo que se masturbaba delante de sus nietas es enterrado con honores para mantener las apariencias. La familia primero, y los trapos sucios se lavan en casa, aunque la verdad es que de ciertas cosas no se habla nunca, así que esos trapos no se lavan: se entierran. 

¿De ciertas cosas no se habla? Entonces, ¿qué hace Trump presumiendo de su omnipotencia para agarrar a las mujeres por el coño? ¿Qué hace un tipo cualquiera cantando que te va a partir el culo en dos? 

De ciertas cosas no hablamos nosotras, las víctimas, porque nunca es un buen momento ni son buenas las formas. Ha pasado mucho tiempo, no tiene sentido que digas esto ahora. Me quieres arruinar la vida. Eso no fue abuso, lo has malinterpretado. Hija mía, perdónalo todo, supera el trauma y sé feliz. Ah, vale, te han violado, pero yo te veo bien, haciendo vida normal. 

Niña vieja. La negra, la blanca y la mora habla de nosotras, tres mujeres muy distintas unidas por el dolor de haber sido violadas en la infancia, y de cómo nuestra sociedad normaliza y encubre el abuso y nos lo ofrece a diario en forma de música, literatura, y hasta epitafios de famosos depredadores.

Niña vieja no es un libro, es la familia que denuncia, que habla, que cuida y que repara. Te queremos en ella.