Centro Terapéutico

Un gallo y una gallina miran a un huevo colocado en un cochechito de bebé

Sobreproteger no es consentir

Hoy vino una madre muy afectada porque se sentía culpable por haber consentido tanto a su hijo. Cuando le preguntamos qué es consentir, nos dimos cuenta de que había un error en los conceptos y de que dicho error es, lamentablemente, el pan nuestro de cada día. Le pedimos que buscara la definición de “consentir”, y Oxford Languages le dijo exactamente lo que estábamos pensando:

  1. Permitir a una persona que haga una cosa o no oponerse a que la haga, especialmente por considerar que dicha acción es negativa.

“consentir injusticias”

  1. Permitir a un hijo o a una persona subordinada que actúe a su gusto, sin decirles lo que tienen que hacer o castigarlos en caso de sobrepasarse.

El caso es que no tenemos nada en contra de consentir. Cuando consideramos que una acción puede ser negativa, no deja de ser algo tan subjetivo que cabe casi cualquier cosa. Hay gente que considera que el colecho es negativo, o el porteo, o la lactancia prolongada, y sienten que estarían consintiendo a sus bebés si responden inmediatamente a su llanto. Hay familias que consideran que lo importante es estudiar algo “con futuro”, y no consienten que una adolescente quiera vivir de su talento para el dibujo porque sería negativo para ella. ¿Qué sería “actuar a su gusto”? ¿Dejar que no se coman las judías, si no les gustan? ¿Por qué respetar las necesidades y preferencias de una criatura equivale a malcriar? Porque en el fondo no hay más que eso: la creencia de que todo lo que no sea tal y como las personas adultas decimos, es automáticamente malcriar.  

Vuelvo al error en los conceptos: decimos “consentir” cuando en realidad hablamos de sobreproteger. Limitamos su libertad haciendo cosas que pueden hacer por su cuenta, y les evitamos situaciones “peligrosas” (que no son más que parte de la vida misma), para luego quejarnos de que no hacen nada porque se lo hemos consentido todo. El error es parte del aprendizaje, pero para ello debemos permitir los errores. Cuando cualquier acción es negativa, cuando impedimos que hagan esto o lo otro, o permitimos que hagan sólo ciertas cosas consideradas “seguras”, muy lejos del abanico de actividades que son capaces de desarrollar, no estamos “consintiendo”, sino sobreprotegiendo. 

Sobre los castigos, nada que no haya dicho Carlos González

Para terminar, os dejo con un mensaje de un paciente al que le pedimos que firmara el consentimiento informado para la intervención:

Yo lo consiento todo en general menos la mala educación, el racismo, el clasismo, y las injusticias.

❤️

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